En pocos meses, el campo de refugiados de Kutupalong se ha convertido en el más grande del mundo. Fuera de la vista, 700.000 personas de la minoría musulmana rohingya huyeron de Myanmar en 2017 para escapar del genocidio y buscar asilo en Bangladesh. Prisioneros de una gran pero poco publicitada crisis humanitaria, Kalam, Mohammad, Montas y otros exiliados quieren hacer oír su voz. Entre poesía y pesadillas, reparto de comida y partidos de fútbol, testimonian sus realidades cotidianas y los fantasmas de sus memorias pasadas. A su alrededor, el espectro de deambular, esperar, desaparecer. En este lugar casi fuera del espacio y del tiempo, ¿aún es posible existir?