La primera película de Ventura Pons fue este documental íntimo y evocador centrado en la figura del pintor y travesti andaluz José Pérez Ocaña, un personaje icónico de la Barcelona post-franquista al que era habitual ver en las Ramblas y la Plaza Real de la ciudad a finales de los años 70. La vida cotidiana del artista, con sus pinturas, canto de saetas y su afición al travestismo permiten
trazar una suerte de mosaico retratando la Barcelona de principios de la Transición, así como el estado de la comunidad homosexual en una época durante la que todavía estaba vigente la represiva Ley de Peligrosidad Social, que criminalizaba las conductas homosexuales en la vía pública. Película exhibida en el MOMA de Nueva York y actualmente pieza central de la exposición sobre Ocaña en Berlín.