El niño An cree en la reencarnación, busca obsesivamente a sus progenitores de sus vidas pasadas. Mientras tanto, el matrimonio de sus padres reales se desmorona. El comportamiento de An agrega presión a la familia. El abuelo de An está incapacitado por lo que requiere los cuidados de su hijo. El estrés obliga a la madre de An a irse de casa. La obsesión del niño con su antigua casa junto al mar ofrece a la familia una oportunidad de reconciliación.