Han pasado veintiséis años desde la primera publicación de Cuadernos de la Cinemateca, cuya serialización duró desde 1999 hasta 2004. Contó con cinco números qué se preguntaban cuestiones tales como qué es el cine contemporáneo, cómo se puede releer el archivo, de qué manera se relacionan la imagen y la subalternidad, cuáles son los retos en la preservación fílmica, entre otras que perduran hasta la actualidad.
En su texto introductorio, que se expone como un manifiesto atemporal, el consejo editorial —conformado por Ulises Estrella, Wilma Granda, Guillermo Echeverría y Christian León— exponía: “Ante la cantidad de imágenes que lanza sin discriminación la cultura mediática, la Cinemateca Nacional busca crear un proceso de educación en la imagen que librere la crítica y la palabra de una cultura silenciada por el barullo espectacular de la comunicación masiva”. Al leer cada número, se puede constatar el interés por cumplir su labor; el pensar en una crítica que, más que estar hecha de por sí, se prepara con el tiempo:
los detalles del diseño editorial acordes a la época y cada vez más sobrios, la división de los segmentos para cada tópico, los poemas de Ulises Estrella que abrían las primeras ediciones, las reflexiones propias de un periodo de transición hacia lo digital.
Su aparición y posterior ausencia permitió que se gestaran otros proyectos de revistas (como 25 Watts de la Cinemateca Nacional y Fuera de campo de la Universidad de las Artes) con el mismo interés por difundir cine y dar cabida a la crítica cinematográfica. Por esa razón, la Cinemateca Nacional retoma Cuadernos de Cinemateca con la intención de mantener viva la escritura y la mirada crítica orientada a comprender qué es lo que nos dice el cine hoy como industria, espacio y forma de pensamiento. Porque, como escribió el consejo editorial de Cuadernos de Cinemateca en su 4to número, “esta pasión denominada cine invade nuevamente el corazón y el cuerpo, impulsa otra vez esta publicación”. Para el evento del sexto número, contaremos con la presencia de tres autores: Carolina Benalcázar, Edgar Cortez y Dylan Guanoluisa. Junto a ellos conversaremos sobre sus textos y plantearemos un diálogo en torno a la crítica cinematográfica.
Para la actividad de cierre, habrá la Experiencia Cinema Soundtrack un set sonoro visual de bandas sonoras seleccionadas del cine ecuatoriano y latinoamericano por Bearnff’n Play, agrupación integrada por Elio Guerrero y Alex Armijos. Su propuesta es un proyecto de arte y música, que explora y crea experiencias sonoras únicas a través de la investigación y selección musical en diversos géneros y formatos analógicos y digitales, propios para cada evento, desde lo melódico hasta lo festivo e interactivo con el público.
Cuadernos de Cinemateca es posible gracias al apoyo de la Prefectura de Pichincha.
¡Te invitamos a celebrar la crítica cinematográfica!