El año de 1930 en Ecuador empieza con una severa crisis económica y política, lo que destruye la incipiente industria cinematográfica del Ecuador que durante los 20s tuvo una “edad de oro”. Isidro Ayora renuncia, y la pugna por el poder da como resultado la infame “Guerra de los 4 días”. Casi dos mil muertos, se dice, produjo esta guerra civil, y ninguna filmadora rondaba las calles de Quito. Las desgarradoras imágenes fueron sólo registradas en fotografía. A pesar de todo, el cine sonoro llegaba a las salas guayaquileñas, y dos extranjeros, el chileno Alberto Santana y el argentino Francisco Diumenjo, estrenarían las únicas películas ecuatorianas de los primeros cinco años de la década de los 30s. El pasillo y el amor romántico serían los temas elegidos para llenar las salas de los cines en Guayaquil y Quito.
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El inicio del cine sonoro en Ecuador 1930 – 1934